martes, 26 de mayo de 2009

El mejor regalo: su sonrisa


En esta foto estamos: mi hermana, mi padre y yo.
Como ya os conté en la entrada anterior, tengo a mi padre "pachuchillo". Ha venido a pasar unos días conmigo y así puedo cuidarle y estar con él. Ahora mismo se me haría muy difícil no tenerle cerca para poder ver día a día como se va encontrando. Tiene días y momentos buenos, otros no tan buenos y otros malos. Ya se sabe, estas cosas son lentas...

No os imaginais lo feliz que me hace verle sonreír... Desde que está así, lo hace muy poco... a causa de la depresión, se refleja en su cara la preocupación, la angustia y el sufrimiento por el que está pasando. Frunce el ceño, y no hay ni un sólo músculo de su cara que no esté tenso. Pero hay ciertos momentos, en los que o yo o mi cuore le gastamos una broma, o le quitamos peso al asunto y a su situación y por unos instantes los músculos de su carita se relajan y nos regala una sonrisa... en esos momentos me siento feliz, me emociona tanto verle relajado por unos instantes, ver como su carita se transforma por unos segundos y sus ojitos brillan de nuevo, como nunca tendrían que haber dejado de brillar. Esos son los mejores momentos del día, tanto para él como para mí.


Mi padre siempre está dispuesto a ayudar, siempre ha estado allí cuando le he necesitado, siempre ha estado a nuestro lado, siempre se ha prestado a ayudar a mi madre en momentos difíciles, (aunque están separados, son muy buenos amigos). Se desvive por ayudar a familiares y a amigos. Siempre está cuando le necesitas. Ahora somos nosotros, su familia, sus amigos... los que intentaremos que se sienta bien, los que estaremos a su lado siempre que nos necesite, los que intentaremos y no pararemos hasta conseguir que cada día nos regale más sonrisas... Ahora él nos necesita y aquí nos tiene para hacer que pueda superar este "bache" lo antes posible.


Me siento feliz de tenerle aquí conmigo. Me siento feliz de poder ayudar a mi padre. Me siento feliz cuando me regala una sonrisa.

domingo, 17 de mayo de 2009

¡Volveré!

Desde el viernes por la noche estoy en Barcelona. Murió mi tía-abuela y vine al entierro y a estar con mi familia. Mi abuela materna lo está pasando mal, pero poco a poco va remontando. Por otro lado mi padre tampoco está muy bien, está pasando una mala época anímicamente... Así que estaré unos días en Barcelona y bastante desconectada de internet por falta de tiempo y ganas...

Voy a dedicar estos días a estar con mi familia y cuidar a mi padre ya que en estos momentos me necesita y quiero estar a su lado.

Volveré. No sé cuando, pero lo haré.



Besos y hasta pronto.



miércoles, 13 de mayo de 2009

Bolerillos

La primera vez que escribí en el bolo, no pensaba que me pasaría lo que me está pasando. Es cierto cuando la gente dice que en Internet hay mucha mentira, que hay mucha gente que se inventa identidades y gente que disfruta haciéndolo pasar mal a otros solo por y para su diversión y entretenimiento (cosa que nunca entenderé, pero allá ellos…) Lo que ignoraba por completo, lo que nunca hubiese podido imaginar es que se formarían unos preciosos lazos con algunas de las personas con las que me voy cruzando a diario en el bolo y a algunas de ellas antes solamente leía y en cambio ahora, empiezo a conocer.
Gracias al bolo me enteré del caso de Juanma, gracias al bolo he conocido a Mays y me quito y me seguiré quitando el sombrero ante ella. He conocido a un montón de gente que realmente vale la pena… (No me pondré a nombrarlos a todos porque no me perdonaría el hecho de dejarme a alguien…). También gracias al bolo he creado yo esté blog, un blog que ha sido un acierto crear ya que me está ayudando mucho y me siento bien al escribir en él y poder plasmar cosillas que siento y van pasando por mi mente a lo largo de los días.

Cada una de estas personas tienen sus vidas, sus preocupaciones, sus inquietudes, sus alegrías y sus ganas de desahogarse y de compartir buenos y malos momentos.

Boleros, me alegro muchísimo de que haya sido así, me alegro muchísimo de haberme decidido un día a escribir en el bolo y me alegro muchísimo de leeros a todos vosotros y poder iros conociendo poco a poco…

Besos a todos los que entréis y hasta la próxima.

viernes, 8 de mayo de 2009

Paseando...

Ahora, con el buen tiempo dan ganas de salir a la calle, dan ganas de ir a pasear, de estar un buen rato fuera de casa disfrutando del calorcillo, del color de la primavera, de la gente que llena las calles y las terracitas de los bares… Me encanta poder salir a la calle y tener tantas sensaciones buenas, tantas sensaciones especiales que sólo siento cuando empieza el buen tiempo.

Son muchos los días que salgo con mi perrilla, nos acercamos a la playa y observamos a todos los que se atreven a bañarse (aunque el agua aún tiene que estar helada…), también están los que se plantan en medio del paseo y les observan, los abuelillos que pueden pasarse toda la mañana en un banco al sol observando atentamente a todo el que pasa.
Me encanta imaginarme las vidas de las personas que me cruzo en mi paseo, yo sola me monto historias que me fascinan, no hay vida que no sea interesante… Quizá las vidas que yo imagino distan mucho de la realidad, pero me gusta, me gusta mucho imaginarme como serán sus casas, si tendrán o no hijos o nietos, si tendrán un trabajo, si tendrán una salud de hierro, si serán o no optimistas, si tendrán o no mal carácter…

Ayer por la tarde, en uno de los bancos que hay en una plaza del pueblo donde vivo, había una pareja de ancianos que me parecieron entrañables. Se miraban con una dulzura que me emocionó. Él le acariciaba el pelo y le susurraba algo bello a juzgar por los ojitos que ella le dedicaba. Acto seguido él le cogió la mano y con su dedo gordo, le acariciaba a ella la suya. Y allí, en ese preciso instante, en ese banco de la plaza por la que paso todos los días, pude ver la magia del amor… un amor que no ha muerto, un amor que con el pasar de los años se ha hecho más fuerte, más sincero y más mágico.
Y con esto sólo me queda pensar, cada vez con más convicción, que ¡viva el amor!
Hasta la próxima.

miércoles, 6 de mayo de 2009

"Una buena lección"

Un estudiante universitario salió un día a dar un paseo con su profesor, a quien los alumnos consideraban su amigo debido a su bondad para quienes seguían sus instrucciones.


Mientras caminaban vieron en el camino, un par de zapatos viejos y supieron que pertenecían a un anciano que trabajaba en el campo de al lado y que estaba a punto de terminar sus labores diarias.

El alumno le dijo al profesor:
- Hagámosle una broma; escondamos los zapatos y ocultémonos detrás de esos arbustos para ver su cara cuando no los encuentre.

El profesor le respondió:
- Mi querido amigo, nunca tenemos que divertirnos a expensas de los pobres. Tú eres rico y puedes darle una alegría a este hombre. Coloca una moneda en cada zapato y luego nos ocultaremos detrás de los arbustros para ver como reacciona cuando las encuentre.

Eso hizo y ambos se escondieron.



El hombre pobre, terminó sus tareas y cruzó el terreno en busca de sus zapatos. Al deslizar el pie sintió algo adentro, se agachó para ver que era y vio la moneda. Le dio la vuelta y la volvió a mirar. Luego miró a su alrededor pero no veía a nadie. La guardó en su bolsillo y se puso el otro zapato. Su sorpresa fue doble al encontrar la otra moneda. Sus sentimientos le sobrecogieron; cayó de rodillas y levantó la vista al cielo agradeciendo en voz alta, hablando de su esposa y de sus hijos que no tenían pan y que gracias a una mano desconocida no morirían de hambre.

Al estudiante se le llenaron los ojos de lágrimas y se quedó profundamente afectado.

- ¿No estás más complacido ahora que si le hubieses gastado una broma?

El joven respondió:
- Usted me ha enseñado una lección que jamás olvidaré. Ahora entiendo algo que antes no entendía: es mejor dar que recibir.


Besos a todos y hasta la próxima.

lunes, 4 de mayo de 2009

"Belleza de mujer"

Esto fue escrito por Audrey Hepburn, cuando le pidieron que compartiera los secretos de su belleza:

"Para tener unos labios atractivos, di siempre palabras amables.
Para tener ojos adorables, mira siempre las cosas buenas de la gente.
Para una figura esbelta, comparte tu comida con los que padecen hambre.
Para tener un pero bonito, permite que un niño pase sus deditos por él, al menos una vez al día.
Para mantener la elegancia, camina con la certeza de que nunca estás sola.

La gente, más que las cosas, tiene derecho a ser reestablecida, revivida, reivindicada y redimida. Nunca rechaces ni deseches a nadie.
Recuerda, si necesitas una mano amiga, la encontrarás en el extremo de cada uno de tus brazos.

Con el tiempo y la madurez, descubrirás que tienes dis manos: una para ayudarte a ti misma y la otra para ayudar a los demás.

La belleza de una mujer no está en la moda superficial. La verdadera belleza de una mujer se relfleja en su alma. En la bondad con la que da amor y en la pasión que demuestra.
La belleza de una mujer crece con el pasar de los años".

Besos a todos y hasta la próxima.