lunes, 23 de abril de 2012

A un amigo ejemplar

Mañana hará dos semanas que te fuiste… ¡¡¡Cómo te echo de menos!!!



Hacía 18 años que te conocía, pero cuando hemos tenido más contacto han sido estos tres últimos años.



Tu sonrisa, tu sentido del humor, tu forma de compartir historietas con nosotros, en definitiva, tu forma de ser, ¡me encantaba! A tu lado me sentía bien, desprendías “buen rollo” y optimismo… Eras amigo de jóvenes y mayores y tu espíritu joven era envidiable.



Dejas un vacío enorme, amigo. Estabas “cabreado”, decías: “¡ahora no, ahora no es el momento!” Y cuánta razón tenías, ¡cuánta razón! Ahora todo te iba bien, habías vuelto a hacer teatro profesional, sin duda alguna, una de tus pasiones, tenías proyectos, tenías ganas de Vivir, tenías ganas de todo.



Durante estas dos semanas, te he echado mucho de menos, te echo de menos ahora, mientras escribo estas palabras, y te echaré de menos siempre.


Quiero recordarte con tu sonrisa y con tu cara de “pillín”, quiero intentar borrar de mi mente la última imagen que tengo grabada y que por mucho que lo intento, no puedo borrar… tumbado en la cama del hospital con la mirada perdida, sin hablar… Lo conseguiré, ahora quizás aún es temprano, pero lo conseguiré…






Hasta siempre, amigo, ¡hasta siempre! “amo de tot a la Vida” (dueño de todo en la Vida). Ha sido un inmenso placer formar parte de tu grupo de amigos. Ha sido un inmenso placer haber conocido a alguien como tú, gente así hay muy poca, y es una lástima.