martes, 1 de septiembre de 2009

4 días maravillosos

Tardamos casi tres horas y media en llegar al pequeño y acogedor pueblo en el que hemos pasado los cuatro mejores días del verano. A ese lugar no iba desde hacía unos 15 años. Estaba tal cual lo recordaba, nada había cambiado, seguía teniendo ese encanto y esa sencillez que desde el día en que lo pisé por primera vez, me quedé prendada. Durante las casi tres horas y media de camino, escuchamos música, yo me animé a cantar alguna de las canciones que sonaban en el cd del coche. Estaba feliz, estaba ilusionada con ese viaje, ilusionada por ver a gente que hacía años que no veía, ilusionada por ver a mis tíos y primas (a los que no hacía años pero sí meses que no veía)… E ilusionada porque mi prima (a la que le llevo poco más de un año), se casaba con un chico al que conoció hace diez años. Ha sido su primer y único amor.

Al llegar allí la bienvenida no pudo ser mejor. Mis tíos nos invitaron a comer y después de echarnos una siesta, volvimos a quedar con mi tío (hermano de mi madre) y nos llevó a lo alto del pueblo, donde tiene una casa muy antigua, que conserva toda la esencia de hace muchos y muchos años. Ese es el lugar donde él, durante los meses de verano que es la temporada en la que se instalan en ese pueblo, crea sus obras más preciosas, sus creaciones más divinas, ya que la inspiración surge sola gracias al silencio, a la calma que se respira allí y a los paisajes que con solo mirar por un balconcito chiquitito puede observar… El lugar me encantó. Sus obras me encantaron e incluso me emocionaron. Mi cuore le miraba atento, le escuchaba sin perder detalle. Ese día mi tío, con sus palabras, al enseñarnos sus obras y al desprender ese entusiasmo al hablarnos de su trabajo, despertó algo en mí que me encantó, me enseñó que algo tan maravilloso como la pintura, esconde todo un mundo, su mundo. Tantos años dedicado a ello, tantos años haciendo lo que realmente le llena, lo que realmente le gusta desde niño… Él ha hecho realidad su sueño de juventud. Él ha conseguido vivir de lo que más le gusta, de lo que siempre ha sido su gran pasión, la pitura.
Fue una tarde que no olvidaré nunca, al igual que no olvidaré alguna de las vivencias que nos contó, cosas que yo desconocía y que hizo que en un rato, conociera mucho de la personalidad y de la forma de ser de mi tío que desconocía. Esa tarde descubrí algo en mi tío que desconocía y que me encantó.

Nos instalamos en casa de un familiar de mi prima, nos prestó la casa para estos días. El jueves estuvimos mi cuore y yo y el viernes por la noche, llegaron mis padres, mi hermana y su novio…

El viernes por la mañana fuimos mis tíos, mi cuore y yo a bañarnos al río. ¡Qué agua más fría por Diossss! Yo primero me mojé las piernas y no me atrevía a meterme entera… Pero al final, ¡me tiré! (Le pedí a mi cuore que me hiciese fotos para que quedase constancia… jajaja) El paisaje que podía verse desde el río, a parte del agua cristalina, era extraordinario. Además, estábamos los cuatro solos y sólo se oía el ruido del agua y algún que otro pajarillo. Así que estuvimos una buena parte de la mañana disfrutando a tope de la naturaleza. Una sensación sencillamente perfecta.
Hemos disfrutado de cada segundo y hemos aprovechado al máximo cada momento.

Y el sábado… qué deciros del sábado… La iglesia era preciosa, pequeñita, antigua, con un encanto especial y decorada por mis primas y mis tíos con un gusto exquisito. Cuando entró a la iglesia mi prima, del brazo de mi tío, se me llenaron los ojos de lágrimas… Ella estaba preciosa, y él radiante de felicidad y orgulloso de llevar a su “niña mayor” del brazo.
La ceremonia fue entretenida, el cura era de lo más cachondo y fue todo muy ameno. Mi madre antes de empezar, habló con el cura para pedirle si podía darles una sorpresa a los novios antes de terminar la misa. Y así fue. Cantó una parte de la canción “El cant dels ocells” (mi madre a demás de ser actriz de doblaje, es también cantante, aunque ejerce poco) y allí ya no pude contener las lágrimas… A mi prima le encantó la sorpresa y también se hizo un hartón de llorar…

Después todo fue sobre ruedas. El aperitivo estaba de lo más bueno, el lugar del convite era precioso y decorado con muy buen gusto. Y en la cena, ¡todo riquísimo! Bailé como hacía tiempo que no bailaba (así tenía los pies al día siguiente que no podía casi ni andar… entre los tacones y el bailoteo, parecía una abuelilla…) ¡Ah! Y mi cuore… ¡¡¡mi cuore estaba precioso, estaba guapo guapo guapo!!! Aysssss ¡si es que le quiero con locura!
Así que, ya veis, han sido cuatro días estupendos y que jamás de los jamases olvidaré…
Podría seguir contando cosas ¿eh? Pero no quiero alargarme más… Igual en unos días hago una segunda parte… jejeje.

Aquí os dejo alguna fotito.






Casa donde nos alojamos.


Techo y cama de la habitación donde dormimos mi cuore y yo.
La casa de mis tíos.
Una servidora bañándose en el río. (¡Joé con el agua! ¡Fría es poco! jajaja)



El río.



Mi cuore y yo antes de meternos en el agua.


Yo en la boda de mi prima.

Puente que hay en la entrada del pueblo. Sí, esa persona que se intuye soy yo... jajaja



3 comentarios:

Adara dijo...

Jo,vaya días!!!!, con lo que cuentas y las fotos ya se ve que los habéis disfrutado.
Y ese agua..tiene una pinta de helada..que vamos ,yo ni el pie..jaaaajjajaja...

un saludooooo!!!!

Angelosa dijo...

Cuanto me alegro que disfrutases esos cuatro días, ya te los merecias, las fotos preciosas, en lugar es maravilloso y la cara que tienes dentro del rio es para quedarse helada jajaja, oye que tu cuore es muy guapete y haceis muy buena pareja, dicen que de una boda sale otra boda, haber si va a ser verdad jajaja.

Un besote guapetona

ion-laos dijo...

Que bonito sitio,se respira mucha tranquilidad en el,qué sensacion mas bonita descubrir algo nuevo en nuestros mayores,verdad?
El rio tiene una pinta estupenda, yo si me meto,el agua fria no me importa, ya se sabe,que el frio conserva...jajajaja.
Me alegro muchisimo que lo hayais pasado tan bien,lo mereceis.
Un besito preciosa

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